Cádiz pertenece a esa clase de sitios que están señalados, o bendecidos por la historia y que guarda interesantes singularidades y curiosidades.
1. Las esquinas de las casas se protegen con cañones.
Tras finalizar la Guerra de la Independencia en Cádiz sobraban cañones y para aprovecharlos a alguien se le ocurrió que serian perfectos para proteger las esquinas de las fachadas de las casas contra el roce de los carruajes.
2. La catedral de Cádiz intento ser más alta que la Giralda.
La catedral nueva de Cádiz, construida en el siglo XVIII, tenía como propósito conseguir que sus torres fuesen más altas que la Giralda de Sevilla. Sin embargo, la economía no lo permitió y no se logro cumplir el objetivo, finalmente las torres midieron aproximadamente la mitad de lo que se esperaba.
3. Las fachadas se cubren de conchas.
El material de construcción típico gaditano, que puede verse en los muros de las casas, en arcos o en el Castillo de Sancti Petri, es la piedra ostionera, una roca sedimentaria muy porosa formada por restos de conchas marinas.
4. El punto de España donde más llueve.
Ni en Asturias, ni en toda la zona cantábrica. Aunque parezca un chiste, en Cádiz llueve y mucho. En el interior de Cádiz está la sierra de Grazalema y es el punto donde más llueve de toda España.
5. Bajo el barrio del Pópulo hay un teatro romano.
Este teatro romano fue descubierto en 1980 y está considerado uno de los mayores edificios de este tipo en España. Hoy día es imposible continuar con las excavaciones porque existe un barrio real con viviendas sobre el teatro.
6. La "Bella Escondida"
Si hay una construcción peculiar en Cádiz, es la conocida como Bella Escondida, casa-palacio gaditana del siglo XVIII que fue mandada construir por el rico propietario para que pudiera ser contemplada por su hija, ingresada en el cercano convento de la Piedad, y mantener, así, el contacto con su casa y familia, aunque solo fuera el visual, ya que desde la torre se alcanza a ver parte del interior del convento y viceversa.
7. Cádiz tiene “Duende”
Dicen que Cádiz "tiene duende", tiene magia, arte y un encanto especial. El callejón del Duende, que aunque muy estrecho y reducido, está colmado de embrujo gaditano.
Cuentan que el nombre se lo pusieron a raíz del trapicheo y el contrabando que realizaba en este callejón un pirata muy conocido y al que respondía al nombre de "Duende".
8. La Virgen que sobrevivió a un tiroteo.
Sobre el Arco del Pópulo había un retablo de una virgen en el que rezaba “Ora pro pópulo” (en latín, reza por el pueblo).
En el siglo XVI las tropas inglesas tirotearon esta imagen de la Virgen por lo que significaba para los gaditanos. Pero ninguna bala consiguió alcanzar a la Virgen, por eso se le consideró la protectora del pópulo (pueblo) y de ahí nació el nombre del barrio.
9. Una red de túneles bajo Cádiz.
Esta red de túneles son resultado del paso de los romanos por la capital gaditana y se realizaron como sistemas de alcantarillado con la intención de conectar algunos de los edificios más relevantes de Cádiz como el Castillo de la Villa, la Casa del Obispo, las Puertas de Tierra y el Anfiteatro Romano.